Los Vaqueiros de Alzada
Exploramos la historia y las tradiciones de los pastores nómadas de Asturias
Vaqueiros, de la braña a la alzada
Los vaqueiros de alzada de Asturias constituyen un grupo humano asturiano de profundas raíces y costumbres ancestrales cuyos orígenes aún son motivo de estudios. Su actividad ganadera y los amplios pastos por los que han transitado durante siglos en la trashumancia contribuyen a conservar intacta una naturaleza que hoy es el mayor patrimonio de los asturianos.
La naturaleza y la vida de los vaqueiros se funden en una larga historia que ha marcado la forma de ser de estas gentes nobles, amantes de su libertad y laboriosas a lo largo de toda Asturias y especialmente en el occidente. Un colectivo que tiene por bandera la libertad dada su plena convivencia con la naturaleza lo que sin duda le granjeó conflictos y discriminaciones sufridas desde la edad media, bien por la falta de pago en los diezmos o por el carácter trashumante de los vaqueiros.
Gaspar Melchor de Jovellanos en su carta a Antonio Ponz fechada en 1793 definió a los habitantes de las brañas.
“Vaqueiros de alzada llaman aquí a los moradores de ciertos pueblos fundados sobre las montañas bajas y marítimas de este Principado, en los concejos que están a su ocaso, cerca del confín de Galicia. Llamánse vaqueiros porque viven comúnmente de la cría de ganado vacuno; y de alzada, por que su asiento no es fijo, sino que alzan su morada y residencia, y emigran anualmente con sus familias y ganados a las montañas altas.”
Fotografía de mujeres del pueblo de Cueva
Los vaqueiros rigen su vida y costumbres en una mágica comunión con la naturaleza. Para el mes de mayo las familias subían con el ganado hasta las montañas del interior en busca de frescos prados para regresar de cara al invierno a las brañas más próximas a la costa donde las comunidades vaqueiras desarrollaban sus actividades. Hay dos fechas que marcan el inicio y fin de la alzada: San Miguel de Mayo y San Miguel de Septiembre. Los Vaqueiros mantenían una tradición exclusiva, la bendición del ganado por la Virgen Vaqueira, que era la Virgen del Acebo.
Los vaqueiros se desplazan en caravana hasta las tierras altas para alimentar el ganado. Así mismo el ganado vacuno servía como elemento de transporte de los utensilios o personas que emprenden el largo y difícil camino. Aunque las fechas son muy variables dependiendo del clima, las fechas de trashumancia suelen ser desde el 8 de mayo al 29 de septiembre. La revolución de los transportes ha afectado, lógicamente, a este viaje entre las brañas, que ahora se hace con medios motorizados, subiendo y bajando el ganado y los enseres con camiones, en vez de formar esas procesiones en las que antaño las familias enteras con sus enseres practicaban la trashumancia.
Trashumancia de Adrao a Bustellan
Las poblaciones que habitan, si acaso merecen este nombre, no se distinguen con el titulo de villa, aldea, lugar, feligresía, ni cosa semejante, sino con del de braña, cuya denominación peculiar a ellas significa una pequeña población habilitada y cultivada por estos vaqueiros.
Las braña solían estar situadas en lugares altos y empinados, con grandes desniveles, y así aprovechar los terrenos llanos de pasto para el ganado y secundariamente para la agricultura. Esto marcaría la forma de vida de los vaqueiros.
Vaqueiro a caballo en algún encuentro vaqueiro
La realidad parece ser, que los vaqueiros son astures que llevaban un tipo de vida muy peculiar distinto a los agricultores y aldeanos de los valles, debido a su forma de vida y al cuidado de sus rebaños, por lo que fueron marginados. Ello creó una serie de rasgos culturales propios y características diferentes del resto de los astures.
A tal punto llegó la marginación tanto de los naturales como de la nobleza que el siglo XVII, Diego das Mariñas, señor de Campona, hizo una petición al rey para que se castrase a todos los vaqueiros a fin de que no se extendiese la raza. Esta petición fue apoyada por algunos nobles más, pero no se llevó a cabo.
Excursión a Las Tabiernas de Tineo en 1927
Los vaqueiros vivían en chozas con muros de piedra y techos de paja o de teja. Las habían en los lugares de verano y en los lugares de invierno, ocupándolas según el periodo de la trashumancia. En las brañas cuando no estaban ocupadas siempre se quedaba una persona conocida como el “vecindeiru” que era el encargado de cuidar la braña hasta la próxima ocupación.
Durante el verano subían a las montañas a trashumar y allí elaboraban un tipo de choza llamada “teito”, el techo era de escoba o piorno, las paredes de piedras, unos agujeros en las paredes simulaban ventanas y una puerta.
Teitos en las brañas asturianas
Cuando bajaban a la aldea, por norma durante las fiestas o en fechas señaladas, acudían todos juntos y se comportaban con recato, corrección e incluso generosidad. María Cátedra cuenta que cuando los vaqueiros bajan a la aldea lo hacen en grupo. Fiestas tradicionales, entierros de vaqueiros o ferias de ganado son las ocasiones que los reúnen. La iglesia, el baile y sobre todo los “chigres”, las tabernas, son los lugares donde se congregan.(…) Es muy importante alternar con todos e invitarse mutuamente a un vaso de vino. Pero, aparte de estas actividades, otras actividades reseñables de los vaqueiros es la arriería. Para ello, se valen de mulas y caballos, pero nunca utilizan carros al estilo maragato, sobre todo porque el recorrido trazado para sus idas y venidas a través de las montañas, impediría en muchos casos emplear estos vehículos. Debemos pensar que las rutas en camino llano, las que surcaban Castilla y enlazaban con Galicia, eran patrimonio sobre todo de los maragatos, especialistas en mover grandes cantidades y género valioso, en ocasiones a distancias considerables. La trajinería de los vaqueiros era, en general, de carácter mucho más modesto, más similar a la practicada por otros asturianos, los caldereros de Miranda.
Vacas durante la trashumancia llevando enseres
Richard Ford decía:
“Cada pequeño clan se mantiene solitario y altivo, esquivando y despreciando a su vecino: se protegen contra la humanidad como protegen a sus rebaños del lobo; nunca se casan fuera de su propia tribu.”